sábado, 15 de julio de 2017

Museo del Aire, Cuatro Vientos, Madrid

Primavera 2017

Mas de 25 años de mi primera y única visita . Creo que ya tocaba volver.



Encontrar el museo era difícil, pues el google maps sitúa en lugar erróneo la entrada al museo (Aunque parece que ya lo han corregido) y las señales para llegar son pocas y confusas. Si no has ido nunca en coche te va a costar. Carretera se Extremadura sentido  Madrid.

Por fin llegamos.

Encontramos una zona con helicópteros.




En estos años se han incorporado aviones que han ido dándose de baja como el Mirage F-1, en cuya despedida en la base de Los Llanos pude estar. Aunque hecho en falta uno en exposición con sus colores mas típicos de camuflaje.

Por suerte este bonito avión esta salvándose en cantidad apreciable aunque sea en rotondas por todo el país.


Han llegado aviones de otras fuerzas aéreas como un Saab Viggen Sueco y algún avión de origen ruso.



Tengo conocimiento de los esfuerzos del museo por mantener sus aviones en buen estado y que van repintando sus piezas. Por eso esta vez no he podido ver el F-104 que estaba en el taller de pintura.

El mayor cambio lo he notado en la exposición de aviones antiguos, concretamente la zona ambientada en las guerras africanas, que me ha encantado.





Algunos aviones míticos no los he podido ver al estar cerradas sus zonas como los He 111 o el Do 24.
También estaba cerrada la zona de maquetas

Con los aviones que han pasado por la historia de España podríamos tener uno de los mejores museos del mundo. No pudo ser por los avatares de la historia (Recordemos como los americanos negociaron con sus aviones internados en España tras la IIGM con hachas) o simplemente como dejamos perder los Ju 88 de Albacete y mucho mas material de la GCE.

Pero se ve interés por conservar y mantener lo que queda y lo que pueda venir.

Hecho en falta mas material de amigos y aliados, como un F-16 de la Base de Torrejon o mas material americano del mucho que han dado de baja. Un Mig 29  Aleman, a los que hace tiempo regalamos un Me 109 original de la GCE.

Un museo que podría crecer mas.

Un buen museo para echar una mañana.



















domingo, 9 de julio de 2017

Tallin, Estonia

Crucero Capitales Balticas, dia 6

Pude visitar esta ciudad en febrero de 2001 y guardaba un grato recuerdo de calles casi desiertas, bonitos rincones y gente amigable que les extrañaba ver un turista y te preguntaban por la calle de donde eras y cuando decías de España, alucinaban. Cuando en España , pocos podían situar Estonia en el mapa.

Años después, la ciudad es la misma con la cara un poco mas limpia, pero que se ahoga en las avalanchas de turistas. Imposible andar por las calles o entrar en una iglesia.

5 cruceros en el puerto a la vez para una ciudad tan pequeña es imposible de digerir.

Desembarcamos del barco temprano para llegar pronto a los miradores, pero no sirvió de nada.




Repetir esta foto de 2001 es imposible. Ahora empujas , buscas el hueco y disparas a bocajarro y si tienes suerte la foto no sale movida.



Recuerdo haber entrado en la catedral ortodoxa en 2001, en plena misa con las mujeres tapadas con su pañuelo. Ahora unos chinos empujan para entrar y otros chinos empujan para salir.

Paseamos haciendo hora para ver el museo medieval de la torre. Entramos los primeros y esta bastante bien.








Seguimos pasea hacia el centro. Subimos a la torre del ayuntamiento y comemos algo en el restaurante medieval Holde Hansa.






Entramos en una atracción que cuentan de forma teatralizada cuentos y leyendas de Tallin en ingles. Parece interesante pero al final fue una perdida de tiempo y dinero que me quito tiempo de mi siguiente objetivo.

El museo naval sito a las afueras , en el hangar de hidroaviones. Nos costo llegar 25 minutos andando.

Impresionante museo naval, con muchos barcos históricos que se pueden visitar en el exterior , pero que no nos dio tiempo. En el interior la pieza estrella es el submarino  Lembit, de fabricación inglesa, ha estado en activo desde 1936 a 2011. Osea el submarino que mas tiempo a estado en activo del mundo.










Se acerca la hora de regreso al barco y estamos cansados, así que como hay taxis en la puerta del museo decido coger uno.

Tallin me encanta y espero volver, pero cuando no haya cruceros en el puerto. 

Y la pregunta es ¿Pueden el turismo de cruceros ahogarse en su propio éxito? ¿Ciudades como Tallin pueden soportar esta presión durante mucho tiempo? ¿Pasara como en Venecia , que los habitantes huyen de la ciudad y solo quedan las tiendas de suvenirs baratos?



Mañana Estocolmo











San Petersburgo, Rusia

Crucero capitales Balticas , dias 4 y 5

Meses antes tenia toda la información para ver lo que me interesaba de esta ciudad, como el museo de artillería, el crucero Aurora o el Submarino que se puede visitar por dentro. Horarios , rutas, precios...

Hace falta un visado, que pensé seria un mero tramite como para Turkia o EEUU, osea rellenar un papel y pagar unas tasas. Pues no, son  unos complicados tramites que al final cuesta unos 100 euros por pasaporte y un mes de papeles. Asi que descartado.

La única opción era contratar una excursión organizada y renunciar a ver esas cosas. Pues ninguna empresa contempla enseñar lo que a mi me interesa.

Opte por Shore2shore pues al menos se visitaba lo mas destacado de la ciudad y era de las mas económicas. Un acierto.

Bajamos pronto del barco y nos encontramos las largas colas para los controles de pasaportes. Hemos coincidido 2 cruceros a la vez en la misma zona. Al final en el puerto se juntaran 5. La cara de pocos amigos de los policías, podría servir para viajar en el tiempo y ver como era un control en la peor época del comunismo. Solo cambia el color del uniforme.

Por fin llega nuestra guía en un minibus y empezamos con ganas. Día ventoso y con lluvias intermitentes. El peor de todo el crucero, pero no nos importa.

Nos llevan a la isla Vasilieski para poder tener una primera visión del Hermitage y la Fortaleza de Pedro y Pablo



Seguimos......una puta tienda de recuerdos. Mal vamos

Fortaleza de Pedro y Pablo. Visitamos la iglesia donde están enterrados los zares. Agobiante por el numero de visitantes. A alguno me gustaría hacerle tragar sus tablets. Demasiado tiempo para lo poco que vemos. La guía nos consigue un pequeño concierto de los monjes solo para nuestro grupo. Valla, nos quieren vender su disco. Su cara cuando nos vamos sin comprar ninguno me indica que no estaremos en sus oraciones de hoy.






Seguimos, viendo pasar justo enfrente el Museo de Artillería, con su patio lleno de cañones. Lloro por dentro por no poder visitarlo. Me lamento a la guía de que tampoco podre visitar el Crucero Aurora, que este octubre hará 100 años que dio el cañonazo que inicio la revolución. La guía tiene el detalle de hacer una parada para que me pueda hacer una foto. 


Seguimos cuando un fuerte ruino hace retemblar los cristales del minibus. Es el cañonazo de las 12.
Llegamos a uno de los iconos de San Petersburgo. La iglesia de la sangre derramada, hecha sobre el lugar que sufrió un atentado el Zar  Alejandro II en 1881. Vemos como dentro de la iglesia se preserva el lugar exacto del atentado.


Nos dan dos horas para comer que solucionamos rápidamente en el McDonnal , aprovechando el tiempo para pasear por la avenida Nevsky. Vemos la catedral de Kazan, donde extrañamente no hay tantos turistas, si no gente de San Petersburgo haciendo cola para besar el icono de la Virgen. Tan milagrosa que hasta Estalin la subió a un avión para que diera tres vueltas sobre Leningrado para proteger la ciudad de los alemanes. Se considera que esta catedral se hizo como conmemoración de las victorias sobre Napoleón y esta enterrado en su interior el Mariscal Kutuzov.


Vemos también el punto donde indicaban durante el asedio que ese lado de la acera era mas peligroso.


Un descanso en la explanada del Hermitage hasta al momento de continuar la excursión.


Ahora , ya con el grupo pasamos al Hermitage . No se puede ni andar por las salas. Realmente agobiante la marea de chinos fotografiando absolutamente todo, a empujones si hace falta. Solo podemos percibir una mínima parte de lo que el Hermitage nos puede ofrecer. El museo no es capaz de digerir esta avalancha. baños colapsados, pasillos atascados. Una pena. Miramos por las ventanas y vemos las colas interminables de gente que aun quiere entrar. Supongo que el problema lo generan en gran parte los cruceros que coinciden en su recorrido los mismos días en la ciudad.
Pasamos por las conocidas como "escaleras de Octubre" , por donde subieron los revolucionarios en busca del Zar y su familia. 




Para terminar el dia solo nos queda un paseo en barco por el Neva. Bien hasta que salimos a su parte mas ancha ,el frió y el viento hace que la excursión se nos haga larga.


Regreso al barco a descansar hasta el siguiente día. Empieza con mejor tiempo y menos colas en los controles pues otras excursiones han salido mucho antes.

Nos dirigimos al Palacio de Pavlovsk y por suerte no hay mucha gente. Lo podemos disfrutar. Una de las cosas que mas me llamo la atención fue la colección de urnas funerarias romanas. Los nobles y monarcas de la época, tenían la costumbre de hacer un gran viaje por Europa comprando todo lo que se les antojaba para sus palacios.





De aquí,  a Peterhoff y sus fuentes. Muy bonito pero una vez mas, atestado. Nos despistamos del grupo así que las vemos a nuestro aire. Por suerte teníamos un punto de encuentro una hora mas tarde.





Regreso a San Petersburgo para coger el metro y ver algunas de sus estaciones mas llamativas.
Por el camino vemos el palacio en el que aloja Putin cuando visita la ciudad .





Durante estos dos dias hemos visto muchos símbolos del pasado comunista con el que la nueva Rusia ha roto , pero esos símbolos se respetan como parte de la historia. 

También es fácil ver monumentos y memoriales de la IIGM. Como el impresionante monumento a los Heroes Defensores de Leningrado, que vimos en movimiento y no pude hacer fotos.

Foto Internet

 También vimos sobre la marcha, el carro KV-85 , el submarino C-189 que se puede visitar o las piezas de artilleria del acorazado Kirov.

Foto Internet

Foto Internet

Foto Internet

Regresamos al barco y mi sorpresa mientras cenamos en el comedor, es ver pasar por la ventana  fortificaciones , buques de guerra y submarinos rusos. Estamos pasando por la base naval de Kronstadt , que controla el acceso a San Petersburgo.



Mañana Tallin