Llegamos pronto a Coblenza, aun esta todo cerrado asi que somos los primeros en llegar al monumento donde se juntan el Rhin y el Mosela, " Deutsches Eck" o la esquina de Alemania, como la llamaron los Caballeros Teutonicos.
En sus buenos tiempos
1946
1961, bandera en lugar dela estatua hasta su restauración.
Colocación de la estatua restaurada.
Fotos internet
La inmensa escultura ecuestre del emperador Guillermo I, que no se restauro hasta la reunificación alemana en los años 90
Damos un paseo y hacemos cola para subir en el teleferico al castillo en la otra orilla del rio. Las vistas son buenísimas.
Fortaleza de Ehrenbreitstein.
Monumento a los soldados alemanes caidos en las guerras.
Una gran fortaleza con diferentes museos como el de historia, del vino o ciencias naturales. Las vistas de la ciudad desde los miradores también son muy buenas. Vamos ligeros por que el Barco no espera.
A unos 20 minutos andando del barco, tenia un museo muy interesante pero que no me arriesgue a ir a ver por falta de tiempo.
Wehrtechniche Studiensammlung
Museo de la tecnología militar de Coblenza
Volvere
Seguimos ascendiendo por el Rhin, y desfilan ante nosotros pueblos a la orilla y castillos en las alturas. Unos en ruinas, otros como hoteles. Y muchas zonas de acampada para caravanas.
También pasamos por Loreley, que la leyenda cuenta que engatusaba a los marineros para que naufragaran.
Castillo de Pfalzgrafenstein en una pequeña isla del rio. Su funcion era controlar el paso por el rio y cobrar impuestos.
A ultima hora de la tarde llegamos a la ultima parada del dia , Rüdesheim.
Bajamos los primeros, conscientes de que todo esta a punto de cerrar y nos dirigimos directamente al teleferico que nos llevara al monumento de Niederwald.
Monumento a la reunificacion alemana erigido sobre 1870 por Guillermo I, con mas de 200 figuras de bronce a tamaño natural.
Nos avisan de que estan a punto de cerrar y que deberemos bajar andando. Son 2 Km, pero resulto un agradable paseo entre los viñedos.
Parece que Elvis también estuvo en la zona
Una vez en el pueblo solo nos queda pasear. Muy turístico. La verdad es que apetece entrar en los diferentes restaurantes a comer salchichas y chucrut. Nos apañamos con un helado ya que tenemos la cena en el barco.
Aquí tenemos un interesante museo de juguetes y automatismos que ya no podemos ver.
Encontramos un curioso hotel donde las habitaciones son toneles de vino.
Foto internet
Próximo destino Maguncia
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