Como en todos los viajes largos toca madrugon, así que sobre las 11 de la mañana ya estamos en el Monasterio de Piedra, donde aprovechamos para estirar las piernas y comer tras visitarlo.
Ya en Jaca y tras dejar los trastos en el Hotel, nos dirigimos directamente a la Ciudadela de Jaca.
Durante la estancia en la ciudad la visitaremos dos veces, la primera visita, guiada por las instalaciones con tiempo libre para ver tambien el museo de miniaturas militares y una visita posterior teatralizada. Las recomiendo las dos.
La ciudadela, esta en muy buen estado y merece la pena la visita y el pequeño museo de miniaturas militares es una gozada para los que nos gustan las miniaturas. Ojala crezca , por que tiene espacio.
Una de idea podría ser que aceptasen donaciones de modelistas que con los años ven con inquietud el futuro de su colección y que seguro las donarían gustosos con la tranquilidad de que fueran cuidadas y valoradas.
En cuanto a la visita teatralizada, de las que no suelo ser muy aficionado, tengo que reconocer que estuvo muy bien y la recomiendo. De una manera muy amena nos cuentan diferentes personajes la historia de la Ciudadela.
Foto internet
El primer contacto con Jaca, mas que positivo
Mañana sin embargo saltamos a Francia para visitar las cuevas de Betharram y la ciudad de Tarbes.
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